martes, 18 de septiembre de 2012

Carly Rae Jepsen / Kiss



Hace cuatro años, Madonna hacía famosa a Katy Perry tras elogiar ‘UR So Gay’ en una radio local americana. “¿La has escuchado? Es buenísima, búscala en iTunes”, comentaba entusiasmada. Este año algo similar ha ocurrido con Carly Rae Jepsen, cuya canción ‘Call Me Maybe’ se ha convertido en un inesperado hit mundial gracias al empujón que recibió de Justin Bieber cuando, tras oírla en la radio mientras lavaba los platos en casa de su madre, comentaba en Twitter que era “la canción más pegadiza” que había escuchado.
Poco después, Carly se convertiría en el fichaje estrella de Bieber para el sello que lleva junto a su mánager, Schoolboy Records, con su ‘Call Me Maybe’ en la cima de Billboard durante nueve (!) semanas consecutivas. Su enorme éxito, todavía un fenómeno universal del que no paran de surgir versionesparodias o vídeos caseros de gentehaciendo el chorra con la canción, puede que se deba a lo tontorrón de su estribillo, a sus pseudo-violines infecciosos o al hecho de que la gente confundiera a Jepsen con una preadolescente simpática haciendo pop cuando en realidad tiene ya veintiséis años, pero, en cualquier caso, su impacto en la cultura popular es incuestionable y no voy a ser yo quien diga que no estamos ante un nuevo clásico.
De cualquier modo, y al contrario de lo que pueda parecer, ‘Call Me Maybe’ ni es el primer single de Jepsen, ni ‘Kiss’ su primer álbum. En 2007, Carly quedó tercera en el Operación Triunfo canadiense (ella es de la Columbia Británica), el Canadian Idol, y un año después su debut ‘Tug of War’ salía al mercado recibiendo buenas críticas y, Jepsen, un par de nominaciones a los premios Juno (los Grammy de Canadá). De aquel álbum, compuesto por ella misma excepto por una versión de John Denver, se desprendió el estupendo sencillo ‘Tug of War’ y su sonido pop acústico emparentaba su propuesta con la de gente como Jason Mraz o Jack Johnson. El EP que vino a continuación, ‘Curiosity’, sugería, a través de temas como ‘Call Me Maybe’ o la misma ‘Curiosity’, las intenciones de Jepsen por llamar la atención del público de artistas como Katy Perry, con quien, por otro lado, tiene mucho en común.
Finalmente, el primer álbum de Carly Rae Jepsen como estrella internacional está aquí y, además de dos top 10 en Estados Unidos (el tema del nuevo trabajo de Owl City que contaba con su participación, el himno buenrollista ‘Good Time’, ha sido inteligentemente metido en el tracklist de ‘Kiss’ por si acaso se te ocurre considerarla una one-hit-wonder) incluye, por lo menos, dos o tres canciones buenas más dentro de un conjunto decididamente electro-pop. ‘Turn Me Up’, por ejemplo, cuenta con un buen estribillo; la melodía de ‘More Than A Memory’ es bastante bonita y ‘Hurt So Good’, pese a lo obvio de su inspiración en el gran clásico de Belinda Carlisle, es irresistible “bubblegum-pop”. Tampoco está mal su nuevo sencillo, ‘This Kiss’, producido por Redfoo de LMFAO, pero solo una suerte similar a la que ha corrido ‘Call Me Maybe’ colocará alguno de estos temas en el top 40 americano porque no son precisamente maravillas.
El resto del álbum es más bien mediocre. Ni el sample de ‘Cupid’ de Sam Cooke en ‘Tiny Little Bows’ ni su inspiración disco son suficientes para hacer de esta canción algo más que un intento fallido de repetir el éxito de ‘Call Me Maybe’; la nueva mezcla de ‘Curiosity’, antes una canción pintona, es todo un desperdicio; y ni retomando sus raíces acústicas en su dueto con Justin Bieber, ‘Beautiful’, Jepsen ofrece algo espectacular. El gran problema de todo esto es que ‘Kiss’ parece fruto únicamente de las prisas por aprovechar el tirón de ‘Call Me Maybe’ y el resultado, como es lógico, suena a terminado deprisa y corriendo, con una nula ambición artística.

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